El pliego incluye un aumento al salario mínimo de 5% y al sueldo básico de 5%. Industriales, empresarios, microempresarios y sector gastronómico advierten que cerrarán empresas y habrá desempleo.
El Gobierno y la Central Obrera Boliviana (COB) comenzaron a debatir sobre el pliego petitorio de la entidad matriz de los trabajadores, y desde el lunes discutirán el incremento salarial del 5% al mínimo nacional y del 5% al básico, cuando el país aún está en plena crisis económica.
El presidente del Estado, Luis Arce, recibió ayer en la Casa del Pueblo a la dirigencia de la COB, que presentó su pliego petitorio junto a la demanda salarial.
El secretario ejecutivo de la COB, Juan Carlos Huarachi, informó que se han conformado comisiones y a partir de la fecha se comenzará a debatir el pliego, y el porcentaje de incremento salaria se discutirá desde el lunes, por tiempo y materia, con el ministro de Economía, Marcelo Montenegro.
La Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), la Cámara Nacional de Industrias (CNI), la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz, los empresarios del sector gastronómico y microempresarios advirtieron que no hay condiciones para considerar un aumento salarial por la crisis.
El presidente de la CEPB, Luis Barbery, señaló anoche a Página Siete que al sector le preocupa mucho que, pese a la evidencia de una situación crítica para la economía y el empleo, la COB insista en un incremento salarial.
Además, dijo con porcentajes irreales que pueden agravar mucho más la precaria situación de las empresas y las unidades productivas, y subir el desempleo.
Según Barbery, en este momento no es viable un aumento de salarios porque la pandemia no se ha controlado. “Es más, nos enfrentamos a una posible tercera ola que puede generar una nueva parálisis de la economía”, dijo.
En segundo lugar, la situación económica de crisis ya está generando desempleo y pobreza.
Explicó que en la actualidad las empresas formales están sometidas a un aumento irracional en la presión impositiva, la falta de liquidez y la caída de la demanda. “Si a esa situación le añadimos más presión por el lado del aumento de salarios, un colapso general será inevitable, afectando primero a las MyPes, a las medianas empresas y al sector industrial. La desocupación, el empleo precario, la informalidad y el comercio de supervivencia aumentarán de manera incontrolable, igual que la pobreza y la conflictividad”, advirtió.
La CEPB pedirá a la COB y al Gobierno que lo más importante en este momento es detener el cierre de empresas y preservar los empleos.
El presidente de la CNI, Ibo Blazicevic, aseguró que negociar un incremento cuando la inflación ha sido menor a 1% no es adecuado, ni el mejor momento. “La situación no ha cambiado, estamos viviendo aún una coyuntura de crisis. Creemos que un aumento salarial va a profundizar la crisis en la industria, la construcción, la minería y otros sectores que no se han recuperado” advirtió el industrial.
Según Blazicevic, comenzar a negociar un ajuste de 5% es contraproducente, ya que no se observa una reactivación de la economía y las medidas que se han aprobado están orientadas a las micro y pequeñas empresas.
“El PIB de la industria ha caído 11,7%, se achicó y no creció, y las empresas más importantes han perdido el 87% de sus ganancias, la situación es muy compleja, se han perdido 70.000 empleos formales y son cifras que muestran la realidad que enfrentamos”, manifestó.
El presidente de la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz, Jean Pierre Antelo, alertó que un aumento salarial solo provocará el cierre de más empresas en el país. “La pandemia sigue golpeando a empresas y un incremento dadas las condiciones actuales no es posible. Tenemos muchas empresas gastronómicas, hoteles que están sobreviviendo y un aumento por mínimo que sea, solo va a provocar cierre de empresas, mayor desempleo y pobreza”, indicó.
El gerente del IBCE, Gary Rodríguez, pidió mesura y que trabajadores y empresarios sobre todo piensen en la preservación de fuentes de empleo.
Señaló que en julio, una vez que finalice el período de cuando las empresas vuelvan a pagar créditos, se corre el riesgo de que muchas más cierren y se genere mayor desempleo.
El sector gastronómico de Santa Cruz también asegura que no está en condiciones de cumplir con un 5% de aumento salarial. “No estamos en posibilidad de subir salarios en ningún restaurante, tenemos obligaciones tributarias, AFP, créditos con los bancos, hemos estado cerrados tres meses, hay bastante desempleo”, manifestó un representante del sector en Unitel.
El presidente de la Confederación Nacional de la Micro y Pequeña Empresa (Conamype), Néstor Conde, calificó como irresponsable la petición salarial de la COB. “La propuesta de incremento salarial de la COB va a perjudicar a todo el aparato productivo y a los trabajadores, muchas microempresas están en riesgo de cierre. El Gobierno debe convocar a productores y sector privado, no puede tomar decisiones de forma unilateral”, apuntó.
El analista Rodolfo Erostegui advirtió que discutir un incremento salarial hoy puede ser contraproducente para la economía, porque hay una proceso de caída de PIB y mucho sectores están paralizados y sin perspectiva de reactivación, como por ejemplo el turismo y hotelería.
Añadió que si sube el salario mínimo, se ajustan bonos de antigüedad, lactancia, subsidio familiar y otros beneficios que deben ser honrados por empresas.
Según Erostegui, se necesita una nueva política salarial porque con pandemia bajó la productividad de las empresas.
Fuente: Página Siete.