La crisis económica que provocó la pandemia internacional y claro en la misma bolsa esta Bolivia y producto de esta situación existe cierta reticencia en invertir en nuevos proyectos e incluso las empresas privadas de construcción se encuentran en momentos de incertidumbre.
Sin embargo, los gobiernos estatales, municipales, pueden avanzar en infraestructura, ocupando mano de obra en particular desocupada durante meses, con planes de mantenimiento de carreteras y edificacion de nuevas, hospitales, cuyos procesos de aprobación son más sencillos y más rápidos, aunque dejando de lado la lacra de la burocrasia.
No es ningun secreto que la inversión en infraestructura podría ser una de las primeras medidas de gobierno y generar fuentes de empleo, además de poner en marcha la economía nacional con obras de envergadura y esto puede estimular directamente la demanda y la creación de nuevos empleos, aunque temporales, pero que dará cierta liquidez a un sector, quizás, el más afectado el informal.
Este empredimiento compensará la falta de inversión del sector privado y de las familias de escasos recursos. También se debe considerar que ese movimiento constructor del estado, moverá al sector privado de construcción, bienes inmuebles, material, mano de obra, transporte y otros que multiplicarán las funciones y requerimientos y contratar trabajadores fijos y adicionales, pero con la garantía que el estado mueve este rubro.
Muchos economistas basan su teoría en la construcción como un rubro de interés en los proyectos nacionales de recuperación económica, debido a la intensidad de ocupación de mano de obra en porcentajes interesantes.
PERJUDICAN
Nada menos cierto que la construcción es la que absorbe a trabajadores e incluso de otros sectores con relativa facilidad y de manera directa, y los proyectos pueden enfocarse en regiones y ciudades que llegado el momento quedaron en una recesión económica tras la crisis por el coronavirus, encima los conflictos sociales generados por los políticos que fuera de ser una solución son un perjuicio para los trabajadores.
Los grandes proyectos influyen o mueven a las empresas regionales para generar una demanda de materia prima, transporte, alojamiento, alimentos, y otros bienes y servicios, ropa, alimentación, comercio y otros que dinamizan sus sectores como un sumidero que es positivo para el economía.
Es necesario encarar en el país las devastadoras dimensiones sociales y económicas de esta crisis económica post pandemia, centrándonos en los más afectados como desempleados, personas de edad, jóvenes, los trabajadores con salarios bajos, las pequeñas y medianas empresas de producción y no de servicio, sector informal, grupos vulnerables y otros.
ANTES DE…
Antes de expandirse y posesionarse el coronavirus en Bolivia ante un esceptisismo marcado de sectores radicales y políticos que fuera de ayudar desinformaron que más bien no tuvo mayores consecuencias y de plano esta enfermedad que vive entre las personas y con descuido marcado, muchos obreros de la construcción tenían un contrato a corto plazo o mediano como las empresas constructoras que laburan con el estado y otros sujetos a proyectos, perdiendo sus ingresos de manera tempestiva por la enfermedad, estamos hablando del sector informal, que efectivamente no tienen derecho a ningún seguro médico, seguro de desempleo como en otros países o cualquier otro recurso de seguridad, pues este sector, es que el esta flotando en su economía.
De alguna manera la casi nueva normalidad aún con restricciones comprensibles, aunque muchos sectores quieren lazarse al éxito, pidiendo eliminen las limitaciones, sin tomar en cuenta que la enfermedad aún sigue entre los bolivianos y la decisión esta entre ganar dinero o exponerse a la enfermedad, claro si esto ocurre no podrás hacer dinero por falta de salud.
Al final lo que hagamos durante esta crisis de salud y después de ella deberá centrarse en la construcción de economías y sociedades más equitativas, inclusivas y sostenibles en el tiempo, soporten las futuras pandemias, terremotos, inundaciones, incendios que son frecuentes en en estos nuevos siglos.
EMPREDIMIENTOS
Los proyectos de construcción del estado no solo podrían apoyar el empleo y la actividad empresarial privada para encarar nuevo empredimientos de desarrollo incluyente y sostenible al que se refieren los economistas de formular las políticas, donde los más necesitados accedan a la mano en la edificación de servicios básicos en la ciudades de la mano de los municipios.
Es necesario potenciar la economía boliviana mediante la construcción y otros rubros con las políticas y programas gubernamentales, municipales y gobernación, para que el sector constructor pueda recomenzar y asegurar fuentes de trabajo, aunque circunstanciales pero permanentes.
El actual gobierno apostó por este sistema de genera trabajo, centrándose en proyectos de infraestructura pendientes. Los proyectos de mantenimiento suelen ser más intensivos en empleo que otras modalidades de construcción, y pueden ser aprobados con más rapidez. Aunque no será un privilego del gobierno vigente por el contrario esta variante de la construcción debe ser una constante para los futuros gobiernos, independientemente de sus teorías políticas.
En este momento el desempleo sobrepasas el 11%, lo que implica que la mano de obra puede ser más accesible en cuestion de pagos, pero que podría provocar cierta intensidad en el empleo «permanente», situados en la mano de obra regional.
Los proyectos de gran envergadura, como que las hay, deberían equilibrarse con financimientos en infraestructuras rurales y sociales, como salud, colegios, tratamiento de aguas, mejora de viviendas y construcción, donde intervienen recursos y empresas locales, evitando empresas trasnacionales que sacan las ganancias fuera del país.
PROYECTOS
Para el estado la vivienda social y como la pobreza nunca pasará de «moda» y en ese sentido prever proyectos para el ámbito de esas necesidades, pensando con energía renovable y sustentable en el tiempo, donde se concentre proyectos nacionales y ocupar mano de obra que es urgente, ya que el país no necesita discursos políticos y demagogía como se hizo en el pasado.
Ahora que se empiezan a relajar las medidas de la escalada, con el objetivo de tratar de acelerar la recuperación de la economía boliviana, tan deteriorada y de seguro habrá una serie de propuestas para mejorar la iliquidez, como eliminar los feriados, recortar las vacaciones escolares, bajar precios de las pensiones de colegios particulares y tal vez aumentar las horas de trabajo, aunque este último ya lo están practicando algunos bancos con labor presencial y online.
La pandemia del coronovirus llevó a los gobiernos y a la regla no se salva Bolivia, a poner la economía en una especie de coma inducido con cuarentenas y órdenes de confinamiento obligatorio, asabiendas que a la larga afectará a la economía de los bolivianos, ya que serán los destinarios de las medidas que muy probable se tengan que asumir dentro de poco.
Fuente: El Diario.