Las entidades públicas deben al sector alrededor de 2.500 millones de bolivianos por concepto de planillas, y a pesar de los constantes reclamos todavía no se efectiviza el pago.
La mora a junio subió, mientras los créditos del sistema financiero para la construcción se desaceleran en comparación al total registrado, y la pandemia aceleró el deterioro del sector, según datos presentados por la Cámara de la Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz) y su Centro de Estudios Económicos y Desarrollo (CEED).
El sector pasa por un mal momento, así lo demuestra el Índice Global de Actividades Económicas (IAGE), cuando indica que a junio de la presente gestión la caída de la construcción llegó a -30 %, y la más afectada son los minerales metálicos y no metálicos con una cifra negativa de -39,2 %.
La construcción en el período 2005-2017 fue uno de los sectores fundamentales en la dinamización y tracción de la economía, con índices de crecimiento superiores a los del Producto Interno Bruto del país, señala la Cadeco.
Pero a partir del 2018, el sector mostró un proceso de desaceleración y el año 2019 su índice de crecimiento fue solo de 1,91 % frente al 2,22 % del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, como evidencian reportes de la Cámara de la Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz) y su Centro de Estudios Económicos y Desarrollo (CEED).
La situación empeoró con la emergencia sanitaria y la acumulación de deudas del sector público con las empresas constructoras por concepto de Planillas de Avance de Obras.
El proceso de desaceleración se refleja en la reducción de la cartera de créditos destinada al sector.
Mora en niveles manejables
La mora del sector constructor en el sistema financiero se mantuvo en cifras relativamente bajas, lo que muestra el cumplimiento de las empresas de sus obligaciones, a pesar de la desacelaración de la economía y las deudas que tienen las administraciones públicas del Estado (nacionales y subnacionales) por cerca de 2.500 millones de bolivianos con las constructoras del país por concepto de Planillas de Avance de Obra impagas, señala el sector.
Es así que entre el año 2015 y el 30 de junio de 2020, la mora pasó del 1,74 % a 2,38 %, indicadores que si bien muestran un incremento se encuentran en niveles totalmente manejables y aceptables en el sistema financiero, afirmam Cadecocruz y CEED.
Se debe destacar que el pico del período se presentó al 30 de junio de 2020 con el 2,86 % como consecuencia de la cuarentena rígida que se aplicó para contener la pandemia del Covid-19 y que paralizó totalmente la actividad.
La construcción si bien es una actividad que demanda una importante cantidad de mano de obra, genera el 9 % de los empleos del país, también requiere de importantes cantidades de capital que en buena medida son aportados por el sistema financiero.
Por ello señala que el sistema financiero aporta capital al sector mediante el crédito para la construcción, que es una categoría de crédito productivo a la que acceden las empresas privadas para financiar sus actividades, adquirir equipos y materiales y a través del financiamiento a las personas para que accedan a la vivienda, ya sea a través de la categoría de Crédito de Vivienda convencional o del Crédito de Vivienda de Interés Social.
La Cámara de la Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz) y su Centro de Estudios Económicos y Desarrollo (CEED) realizaron un análisis de la evolución del crédito de construcción, que es al que acceden las empresas privadas para financiar sus actividades productivas.
La cartera de la construcción, según datos de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) ha pasado de 15.353 millones de bolivianos en 2015 a 30.031 millones el 30 de junio de 2020, lo que supone un incremento de 14.678 millones que representa un incremento acumulado del 95,61 %.
Cartera de créditos en descenso
Hasta la gestión 2019 la cartera de la construcción venía creciendo sostenidamente por encima del incremento total de la cartera de créditos del sistema financiero. Como efecto de la pandemia, esta situación se revirtió el año 2020.
Los datos al 31 de marzo y 30 de junio de 2020 muestran que la cartera de la construcción evolucionó a tasas inferiores al comportamiento de la cartera total y con indicadores negativos.
FUENTE: EL DIARIO
