Los ríos Choqueyapu e Irpavi están entre los más temibles de La Paz. Su inagotable y gran cantidad de aguas que fluyen por sus cauces significan un riesgo para la urbe y su gente. Por eso, para darle mayor seguridad a la ciudad, la Alcaldía impulsa el embovedado del Choqueyapu, en San Jorge, y la canalización del Irpavi, en la zona Sur.
Ambas intervenciones son oportunas. En el caso del primero, la canalización data desde hace más de 50 años y tiene deterioros en los muros laterales, y en el caso del segundo se debe controlar las aguas.
El embovedado contribuirá a la estabilización del área, captará filtraciones de agua. Además será más segura para labores de mantenimiento y, sobre todo, amigable con el medioambiente porque controlará los malos olores que afectan a los vecinos del sector.
La canalización del Irpavi y parte de un tramo del río Achumani es para controlar la velocidad del descenso de las aguas y evitar la generación de ondas pulsantes que, en años anteriores y en tiempos de lluvia, llegaron a afectar a puentes.
Ambas obras se ejecutarán este año con una inversión de 109 millones de bolivianos procedentes de fondos propios y de créditos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Las adjudicaciones se efectúan vía proceso de licitación.
Los proyectos se ejecutarán en cumplimiento del subeje Gestión Integral de Riesgos del eje ‘La Paz Protegida, Segura y Resiliente’ que corresponde al Plan Territorial de Desarrollo Integral de la Alcaldía (2016 – 2020), que es parte de la ejecución del Plan Integral La Paz 2040 “La Paz Que Queremos”, que busca prever, reducir y controlar de manera permanente los factores de riesgo de desastre.
CHOQUEYAPU: DOBLE EMBOVEDADO Y CON SISTEMA DE AIREACIÓN
Los pasajeros que esperan movilidad en la curva de Holguín ya no sufrirán por los malos olores que despiden las aguas del río Choqueyapu, debido al novedoso sistema aireación que tendrá el embovedado, desde la Gruta de Lourdes hasta las proximidades de la confluencia con el río Cotahuma.
Además, las aguas subterráneas y filtraciones en San Jorge y la falla geológica que existe a la altura de la Residencia Presidencial serán controladas con este proyecto.
La necesidad de esta obra responde a que anteriormente las paredes del actual canalizado, mampostería de piedra bruta y cortada colapsaron en algunos tramos y hubo sifonamientos.
El doble embovedado abarcará más de un kilómetro y tendrá una inversión de Bs 80 millones, de los cuales el 60% proviene de créditos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el restante 40% de la Comuna.
La obra se ejecutará en 524 días, es decir, será entregado en 2020. “Será licitada en marzo y ejecutada desde junio de este año”, dice el coordinador del Programa de Drenaje Pluvial, Iván Zumelzu.
Características
Esta obra será muy similar al embovedado de este mismo río a la altura del Parque Urbano Central (PUC). Tendrá doble bóveda; cada celda será de cuatro metros de ancho y una altura de 3,50 metros. La estructura será de hormigón armado, revestida con mampostería de piedras sillar y cortada.
En la parte intermedia del embovedado, a la altura del puente de Las Américas, habrá un espacio abierto de canal de 70 metros para la aireación de gases que emanan del ducto. Tendrá al menos 100 cámaras de inspección, lo que permitirá actuar de manera eficaz en emergencias.
Medioambiente
El proyecto es amigable con el medioambiente porque cuenta con un novedoso sistema de aireación el cual perimitirá controlar los olores o gases que emanan del ducto.
Según Zumelzu, dentro del embovedado se crea un microclima propio, si afuera está lloviendo por dentro puede estar con temperaturas elevadas o frías, debido a la dinámica del agua y ello genera la concentración de gases que deben ser evacuados.
Este mismo sistema funciona en el embovedado a la altura del PUC. “Nunca se ha escuchado problemas con olores”, dice la autoridad.
Esa característica del proyecto fue considerada y respaldada por unidades ediles que trabajan la temática de medioambiente.
Estabilización
Una de las cualidades más importantes del proyecto es la contribución a la estabilización del tramo intervenido, considerando que existe una falla geológica a la altura de la Casa Presidencial de San Jorge. Además, el ducto, a través de un drenaje superficial, captará todas las aguas provenientes de filtraciones e incluso subterráneas.
Zumelzu explicó que el doble embovedado brindará seguridad a técnicos y obreros ediles a tiempo de realizar trabajos de mantenimiento e inspecciones.
Proyecto vial sobre el embovedado
Al terminar la obra, se tiene proyectada la construcción de una vía que continúe desde la avenida del Poeta, altura de la Gruta de Lourdes, hasta la intersección con la vía Costanera. Esta nueva avenida contribuirá a liberar el gran tráfico vehicular de la avenida Libertadores.
“Se tendrá áreas verdes a los costados, no solo será un pulmón para la ciudad sino que se acompañará con un tema ambiental”, explicó el secretario municipal de Infraestructura Pública, Rodrigo Soliz.
Canalización del Irpavi para controlar la velocidad del agua
Actualmente, el canal del río Irpavi es natural, en medio de taludes y urbanizaciones. En algunos tramos se colocaron grandes piedras en forma de pared para evitar erosiones, sin embargo, las aguas arrastran una importante cantidad de material en tiempos de lluvia.
Los ríos Irpavi y Achumani se unen más arriba de la calle 8 de Calacoto. Por el primero las aguas bajan con menor velocidad que el segundo, lo que genera una obstrucción con el material de arrastre que lleva. Esto ocasiona que el río Achumani sufra retenciones y reflujos, afectando al canal aguas arriba.
En 2012, por ejemplo, los puentes de la calle 8 de Calacoto, del Círculo de Oficiales del Ejército y hasta el ingreso a Koani fueron dañados por las ondas pulsantes, que son una suerte de olas.
El nuevo proyecto edil consiste en la construcción de un canal de 1.400 metros lineales del río Irpavi, desde la calle 1 de esa zona hasta la calle 8 de Calacoto, y 540 metros de canalización del río Achumani, desde la calle 12 de Calacoto hasta el punto de confluencia, es decir, la calle 8.
El objetivo principal del proyecto es controlar la velocidad de las aguas de ambos afluentes canalizándolos de manera independiente hasta la calle 8 de Calacoto.
Ambos afluentes tienen diferentes pendientes: el de Irpavi es de 4% a 7% y el de Achumani de 5% a 10%. Además, este último está alimentado por las aguas de las quebradas de Huayllani y Kellumani.
“Lo que se va a hacer es un canal para el Irpavi y otro canal para el Achumani, de modo que cuando confluyan exista un vertedero (caída), y que las aguas lleguen ahí y se las controle”, explicó Zumelzu.
La canalización del Irpavi tendrá 20 metros de ancho y una altura de dos metros; mientras que el Achumani tendrá 15 metros de ancho y una altura de 3.15 metros. A la altura de la confluencia ambos canales mantendrán las mismas dimensiones.
El proyecto fue adjudicado a la empresa “Consorcio Irpavi” y las obras serán ejecutadas desde mayo, con una duración aproximada de dos años. La inversión es de 29 millones de bolivianos, de los cuales 90% proviene de créditos del BID y 10% de la Comuna.
Esta obra es parte de los trabajos de prevención de riesgos que realiza la Alcaldía en diferentes áreas consideradas vulnerables. El plazo de ejecución de esta obra es de 510 días.
FUENTE: AGENCIA MUNICIPAL DE NOTICIAS / LA PAZ